Has que suceda
La mayor parte de las veces esperamos que
sucedan las cosas para tomar una decisión o una determinación, otras tantas,
inconscientemente las provocamos desencadenando una serie de sucesos que en
algunas ocasiones, no son de nuestro total agrado. Sin embargo, nuestro cuerpo
y mente se ven obligados a actuar de cierta manera (ojo, no la más
adecuada), para desencadenar tales
sucesos…
Hay una frase que lo explica todo…”Lo que menos quieres, es lo que más
provocas”, o más sencillo aun, no
tomo responsabilidad de mis actos. Por ejemplo, si estas esperando que tu
novio te corte porque ya no lo aguantas, o se acabó el amor, o te diste cuenta
que no es el indicado etc etc etc, inconscientemente te auto engañas
sintiéndote confundida, sabes perfectamente que hay un problema, pero no tomas
la decisión y prefieres esperar a que “truene” la bomba que se esta creando.
Y esto no solo sucede en el amor de pareja,
sino en todo lo cotidiano de nuestra vida, algunas ocasiones estamos tan hartos
de nuestra escuela o trabajo, que en lugar de tomar una decisión respecto al
tema, preferimos escudarnos en la famosa frase “Dejemos que el tiempo decida”,
sin darnos cuenta que los que realmente decidimos somos nosotros mismos, con
nuestras actitudes, nuestro comportamiento, llevándolo hasta un punto de
hartazgo y quejumbre que finaliza en lo que deseábamos realmente…
Me enfocare en las relaciones de pareja en
este momento. Sin percatarnos, dejamos a un lado la responsabilidad de nuestra
vida y se la cedemos a alguien más. Excusas existen un sinfín, ( no me quiero
sentir mal, él o ella tiene la culpa,
albergar una falsa esperanza de que todo se arreglara, etc etc etc), simples
autoengaños para no tomar responsabilidad.
Dónde queda… ¿El que quiero yo?, Dónde
queda… ¿Qué es lo mejor para mí?, siempre es mejor que el sabio tiempo decida,
cuando debería ser…Yo decido. Todos
necesitamos un detonante para tomar la decisión y este fue el mío.
Hace algunos días aprendí una lección
que hoy comparto, yo pasaba por una crisis sentimental (probablemente lo
viviste o lo estas viviendo), dejaba que el tiempo decidiera por mí, no me daba
cuenta que sin saber, estaba haciendo todo lo necesario para que la situación
llegará a tal extremo, que desencadenaría en un enojo de tal magnitud que
provocaría que la otra persona no quisiera saber más de mí. ¿Qué tonto no?, al
menos así suena cuando lo vemos detrás de la barrera, pero los que lo vivimos,
ni siquiera nos damos cuenta de la situación. Una persona muy importante para
mí me dijo…”Has lo que tengas que hacer, has lo que necesites hacer”. Suena
sencillo, pero hay que tener valor de hacerlo.
Has
que suceda, yo te invito a que lo hagas, rompe con tu miedo y toma la
decisión, lo peor que pudiera pasar es que duela…pero nada duele para siempre. Has que suceda, el aferramiento es un
gran escollo, pero cuando decides, te libera y te abre el paso para mejores
cosas…Yo lo viví, suelta, no te aferres…Has que suceda.
Angel de la
madrugada.