Dulce amante de boca delicada,
que en ti encuentro refugio para mi desbordada pasión,
calla el imploro de mi deseo
contén el murmullo de mi corazón.
Deja que tus dedos rocen mi cuerpo
acariciándome lentamente hasta explotar
en el dulce éxtasis de amor que inflama mi ser
nublando mis sentidos, hasta el alma trasegar.
El tiempo no existe cuando me pierdo en tus brazos,
tu aliento me eleva cual pluma al viento,
mi cuerpo es de seda bajo tus manos, bajo tus labios
haciendo permanente el momento.
hazme perder la razón
dale vida a mi corazón, no quiero recordar la bruma
no quiero pensar, solo dejarlo a la pasión.
Dulce amor prohibido,
divina tentación
ante ti he sucumbido
mi amante, mi razón.
L U N A
Colaboración de mi amiga Luna, Gran amiga y noble escritora
Angel de la madrugada