dulce agonía de incumplidos deseos,
besos dulces por tu esencia,
amargos por tú ausencia.
Delicados por lo imposible,
imposibles por distancia,
sublimes por encanto,
no me importa derramar mi llanto,
pues con el lavo El desencanto.
Sublime presencia en mi vida te has vuelto adictivo y por eso pido perdón….
pero me duele más el que jamás lo serás,
ya que pertenecemos a alguien más,
aunque tu ánimo, tu cuerpo y tu amor,
en mi encuentren refugio y calor.
Hondonada de deseos, tan grandes, tan puros
y todos saciados en ti,
en el breve tiempo para amarnos
te doy todo de mí.
Eres alimento para mi alma, mi cuerpo y mi mente,
aún así es muy duro
tenerte y perderte.
L U N A
Colaboración de mi amiga Luna, gran amiga y noble escritora
Angel de la madrugada
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