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lunes, 16 de abril de 2012

Animal nocturno


 

La negrura de la noche
se acerca a mi día
esa que no escoge
ni morada ni guarida

La que nunca cambia
la que envuelve con su manto
la que sin decir nada
siempre dice tanto

La que envuelve impaciente
de obscuros matices
la nobleza reluciente
de los hombres infelices

Negra noche llegas ya
apoderándote de mi alma
la que espera inquietante
terminar con tanta calma

Con la luna como testigo
callado e inerte
el ángel se manifiesta
transparente y reluciente

Ángel de mi vida
que habitas en la negrura
se tu mi guarida
se tu mi ternura.

Angel de la madrugada



domingo, 8 de abril de 2012

Negar lo que siento


Como negar lo que siento

Si eres la luz de mis ojos
el anhelo que tanto he añorado
porque cuando te veo me siento morir
y muero, si no estoy a tu lado

Como negar lo que siento

Si al mírate tiembla mi voluntad
ahogándose en el brillo delicado
de tus ojos tiernos e insinuantes
de los que ansío ser tu amado

Como negar lo que siento

Quisiera, pero no puedo
y aunque no lo quisiera, lo quiero
porque amarte es sentirme vivo
y negarlo es mi tormento

Como negar lo que siento

Si tu esencia me envuelve
cual delicada fragancia
que se esparce por tu lienzo
como digno fruto de alabanza

Porque negar lo que siento
sería acallar a mi corazón
que seducido late fuerte al ver tus ojos
pero resignado lamenta……… no ser tu amor

Angel de la madrugada

domingo, 1 de abril de 2012

Ahora eres mía

Sabes, muero por darte un beso
intenso, delicado y pasional
que mis manos toquen tu suave rostro
y mis labios entreguen a tu boca
mi ansiado anhelo carnal
 
Sentir tu aliento rozando mi piel
y en el calor de tu cuerpo hundirme lentamente
hasta dejar impregnado en mi ser
el suave calor de tu aroma
donde desearía perecer
Sabes, muero por un beso

Y recorrer mis manos por tu piel
tocando sutilmente cada rincón
cada espacio de tu cuerpo
del que me embelesa
de tan extasiante pasión
Oh, cuanto he deseado este momento

De mirarte a los ojos
abrazar tu cuerpo desnudo frente al mío
y dejar que fluya el amor bravío
que con tiernos quejidos
me imploran tus labios rojos
Cuanto, cuanto he deseado este momento
En el que tus labios impacientes y deseosos
esperan con agitada ansía
lo que no merezco, lo que fue de otro
porque tu piel, grita lo que calla tu alma
diciéndome, con tierna mirada
que ahora, que ahora eres mía.

Angel de la madrugada