Carta de una madre

   Hoy estoy aquí y te escribo porque necesito compartirte algo muy importante, mi niñez fue hermosa, mis padres me amaban profundamente y nunca me falto nada, todo lo que quise y anhele como niña siempre lo obtuve, el respeto y amor siempre fueron las bases de mi niñez.

   En mi adolescencia, fue cuando empecé a sentir el gusto por los muchachos, salí con algunos de ellos, salía a bailes o fiestas con mis amigas y podría decir libremente que disfrute mucho del comienzo de mi juventud.

   En la juventud fue cuando conocí al que es ahora mi esposo, un hombre amable, cariñoso, tierno y con el concebí dos hermosas hijas que al día de hoy son ya unas jovencitas que cursan la universidad.

   Hace algunos meses fui al medico porque senti en uno de mis pechos una extraña bolita, los médicos me diagnosticaron cáncer de mama, mi madre por la idiosincrasia nunca me enseño que todas las mujeres nos debemos de checar después de haber tenido familia, nunca fui a consulta medica después de que tuve a mis hijas, sentía tanta pena de que me auscultaran mis pechos que nunca me atreví a checarme. Por pena, nunca le comente a mi familia sobre esto y no me atreví a atenderme.

    Cuando enferme gravemente por la expansión del cáncer en mi cuerpo, el dolor que sentía por la enfermedad era nada comparable con el sufrimiento que sentía al ver las lagrimas de mis hijas rodar por sus mejillas y el dolor de impotencia de mi marido por no poder hacer nada al respecto, se me acababa la vida y el sufrimiento de mi familia incrementaba aun mas ese dolor.

   Hoy si estas leyendo esto, es porque he muerto, si, morí a causa del cáncer de mama, me siento tan culpable de nunca haberme tomado la molestia de ir a checarme, me siento tan culpable de haber sido tan ignorante y nunca haberme informado de los chequeos periódicos que se deben de hacer, me siento culpable porque ahora tuve que dejar huerfanas de madre a dos jovencitas, porque pude haber evitado todo ese sufrimiento a mis seres queridos si hubiera superado la pena y me hubiera permitido ir al chequeo normal.

   Hoy ya no estoy en este mundo, pero quiero invitarte a que te des la oportunidad de evitar este mal que nos aqueja a nosotras las mujeres, auto explórate, ve a los chequeos periódicos, que no te de pena, porque la palabra cáncer no es sinónimo de muerte si se detecta a tiempo, evita pasar la pena a tus seres queridos como lo hice yo………….tu amiga Martha…..


Angel de la madrugada