Para mi padre

Cansado y con la mente no tan clara por el exceso de demanda mental que tuve durante el día, me avoco hoy a hablar de mi Padre, a aquel que sin pensarlo colaboro para que yo viniera a este mundo, aquel que en sus ansias y preocupaciones por que no me faltara nada doblaba turnos de trabajo, aquel incansable hombre que nunca tuvo una limitación para darme lo que necesitaba.

Aquel que de niño me enseño a andar en bicicleta, aquel que me enseño a nadar y a disfrutar del agua, aquel al que no le importaron noches de desvelo durante mis momentos de enfermedad, aquel que en su afán de que yo hiciera deporte me acercaba a lo que mas había amado en la vida, el béisbol.

A esa persona que me enseño a defenderme en la vida y que me fue mostrando que un hombre es aquel que se responsabiliza de sus actos, a ese ser al que humille incontables veces y que lastime de sobremanera en mi época de adolescencia, al revelarme en contra de el, contra sus preceptos, contra su enseñanza, a el, al que me enseño a ser hombre y del que soy reflejo vivo de su persona, de su carácter, de su sapiencia.

A mi padre, que a pesar de que nunca fuimos amigos por el hecho de ser tan diferentes de pensamiento, y al cual en la actualidad reprocho algunas formas y maneras de mostrarme el mundo, a ese que algunas veces sentí la necesidad de abrazar sin poder hacerlo ya que su naturaleza es fría y no permitía este tipo de acercamientos, a el le debo lo que soy, a el le debo mis logros, mi perseverancia, mi frialdad, mi viveza, mi necedad, el no rendirme nunca, el que me enseño y me dejo la mejor lección de vida, “Solo trabajando se obtienen las cosas”, el que me enseño a luchar.

A ti Padre hoy te digo, que a pesar de no coincidir contigo, que a pesar de ser tan dispares en pensamiento y que a pesar de todos los conflictos que hemos tenido, hoy solo te puedo agradecer, hoy para ti solo tengo estima, hoy para ti mi reconocimiento, mi amor, mi fuerza, mi corazón.

Porque has sabido hacer de mi un hombre, un ser humano responsable, me has enseñado a ganarme con mi trabajo el pan de cada día, me has enseñado a respetar a la mujer, porque con tus carencias me has mostrado que el ser padre no es solo cubrir la necesidad económica sino también la necesidad de amor, porque con tus carencias me has enseñado a no rendirme ni tener miedo de arriesgarme por buscar un futuro mejor, gracias Papa, mil gracias por formarme, por enseñarme, que aunque no soy lo que tu hubieras querido y a lo mejor ni siquiera soy el orgullo de hijo que esperabas, gracias porque has creado un buen hombre, un hombre de conceptos, un hombre de sentimientos, un hombre de verdad, y te puedes sentir orgulloso de haberme formado, porque esto que ves hoy aquí, es el reflejo de lo que has sido tu toda tu vida, gracias Papa por ser un gran padre gracias Papa por ser un gran ejemplo………………..simplemente gracias.


Angel de la madrugada